Hoy mi hijo Pablo, de siete años, me ha regalado un poema que había escrito para el colegio. Le he explicado un poco la división del poema en versos y estrofas y lo ha cogido enseguida, porque después de la primera estrofa ha continuado él solo. Lo ha firmado y ha escrito la fecha. El resultado es el siguiente:
La estación de las flores y animales,
ya llegamos al verano,
ya es la estación de los helados.
Las niñas saltando,
los niños jugando,
las mariposas bailando
y por el río volando.
Los conejos están saltando
y en la playa nos bañamos
con los pescaditos asados.
¡Qué bien, el verano está llegando!
Con lo que habla la poesía
la primavera ha llegado.
Pablo Benítez Correa
