Sombra y nada

Conecto con las sombras de mi casa

por el pasillo abierto de tu herida,

y busco sin hallar una salida

soluciones de luz febril y escasa.

 

Cuando la noche llega y se retrasa

el pretil de tu cuerpo en la tendida

luna, la madrugada deshambrida

devora mi ilusión, me sobrepasa.

 

Si yo he aprendido a amarte en las primeras

horas del alba y sueños concendidos,

y alegre navegué por tus gemidos,

 

no dejes que se escapen mis quimeras

cuando llega la noche iluminada

y todo se transforma en polvo, en nada.

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